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04.12.2014 00:56

A veces me parece que hay una mano invisible que equilibra todo el mundo, por ejemplo, el caso que sucede en España.

Antes, una avalancha procedente de distintos países llegó a España ocupando los trabajos de los nativos. Desde el punto de vista de los españoles, ellos no contribuyeron nada a la sociedad española arrebatándoles los puestos de trabajo. Por eso,a la mayoría de los españoles no les gustaban los extranjeros, sobre todo los africanos que pensaban que España era la orilla rica, era su paraíso a pesar de la realidad contraria.

Con la expansión de la crisis económica global, la economía de España se derrumba. Según algunos datos, el 54% de los jóvenes en buena formación no pueden encontrar trabajos. Entre los universitarios que han encontrado trabajo, un 48% de estos tienen trabajos con baja cualidad, es decir, que no corresponden con sus educaciones. Dado este caso, muchos jóvenes españoles se marchan a América Latina para buscar una vida mejor, así como los sueños de los africanos. Aparentemente, los jóvenes españoles están sufriendo la pena merecida, porque antes la generación de sus padres cometió diversas maldades a los marroquíes o los africanos.Es como un bucle que Dios controla.

Antes los españoles veían a todo el mundo con una actitud orgullosa, en la época de la prosperidad de su economía. A medida de la caída de la economía, todos han cambiado. Los extranjeros en España no aprecian a los nativos que se ven obligados por los elementos económicos a abandonar sus patrias, sus progenitores.

Dios crea un mundo en el que todos son iguales, sean seres humanos o animales, sean  blancos o negros, sean ricos o pobres. Posiblemente sea un país potente, una persona rica, y mañana débil o pobre. Nadie sabe el futuro. Menos racismo hace un mundo más armónico.

30.11.2014 21:55

Ante todo, yo agradezco mucho a la profesora Guadalupe Soria por sus clases que me dieron muchos  conocimientos y la impresión sobre utopía y distopía. Compartimos  tres artículos: La mirada del hombre oscuro, La orilla rica y Ahlán , que tienen el mismo tema sobre que los marruecos sueñan con saltar el estrecho para mejorar sus vidas, pero el resultado es contrario, una exposición cuyo tema pertenece al mismo probrema y también algunos fragmentos de varias películas de esa materia. He aquí no quiero decir el contenido, sino discutir la forma de ensenar de la profesora.

Me encanta esta ensenanza. Es muy diferente a la de mi país. Aquí destaca el participar de los alumnos, por ejemplo, en clase la profesora prefería que leíamos por nosotros mismos, y explicabamos propias opiniones. Así cada uno podía presentar sus pensamientos sin escrúpulo, y los compañeros podían aceptar y absorber las palabras de otros. Es muy beneficioso de aprender mutuamente. En este proceso, la profesora sólo desempeñaba un papel de orientar, los alumnos eran los protagonistas.

Aparte de esta forma, la profesora también adoptó la audiovisual. Me parece que esta nos dio más impresión. En efecto, las imagénes les dan más impactos directamenete en sentido visual. A lo mejor las descripciones complejas en un libro sólo necesita una secuencia en una película. A través de ver las imagénes, podíamos comprender las situaciones que no habíamos imaginar. Por lo tanto, después de leer los libros, y con ver las películas podemos entender mejor. Para los estudiantes, esta forma audiovisual es el arte de pedagogía, que despierte las pasiones en los estudios.

Por supuesto, para una buena profesora, esto no es suficiente. Como todo el mundo sabemos, la práctica es el mejor profesor. Nuestra profesora también nos dio la oportunidad de visitar una exposición de este problema. Cuando entramos en la exposición, podíamos ver las fotos y los escritos de los africanos que los periodistas ofrecían de primera mano. Eso es inimaginable pero verdadero.

Muchas gracias a Soria por exponernos un mundo real de los africanos que viven sin casa, son perseguido por los policías y tienen un sueño que es difícil de realizarse...   

 

29.11.2014 01:10

Jerónimo López Mozo, un famoso dramaturgo, escribió Ahlán y Emigrantes y exiliados en mi teatro que tienen una relación estrechamente. O decir, el posterior es un artículo de explicar las causas por escribir el anterior.

El autor ha visto muchos fenóminos de la migración incluida la inmigración y la emigración hasta el exilio. El tenía algunos parientes en Sudamérica y en las opiniones de López, ellos vivían una mejor vida que la en España. Y también cuando era niño, vivía en muchos sitios. Sin embargo¿ Por qué el autor eligió el tema de inmigración de Marruecos como un teatro nuevo?  Según las palabras de él, sabía algo más que de cualquier otra. Exactamente sus frecuentes viajes a Málaga, Almería y Melilla le permitieron conocer la situación de primera mano.


Pero yo tengo unas ideas diferentes.  La vida que había visto en Africa le dio más impresión en comparación con la de América Latina o España. No sólo me refiero la cualidad de la vida, sino también que los nativos tienen diferentes  actitudes de los foráneos. ¿ Por qué los españoles exiliados podían vivir tan cómodamente? ¿ Por qué los morenos hacían todo lo posible para saltar el estrecho, y después no podían mejorar su vida? Como dice Juan Goytisolo en el libro de Metáforas de la migración, todos son hombres cigüeñas. Puesto que los nativos los aceptan con muchos gustos, ¿ Por qué no los acogen entusiasmadamente a los extranjeros?


Con alguna frecuencia se oye que, a medida que transcurre el tiempo, la población española acabará siendo minoritaria en relación a la extranjera. Goytisolo describió muy detalladamente este pánico al invasor extranjero en Paisajes después de la batalla. Pero eso no puede ser la causa de expulsar los africanos. Vean sus vidas, sólo trabajan los escasos puestos de trabajo disponible con pocos dineros y sufren las heridas íntimas. Si así pudieran “conquistar” un país o una cultura, constaría que este país se extingiría algún día. Un país lleno de vitalidad irá más prosperando por la mezcla de diferentes culturas, sino cerrado la puerta hasta expulsado los extranjeros.


Así como Larbi, el protagonista de  Ahlán, disponiendo de un sueño agradable llega a la orilla rica, pero en el mismo terrotorio el sueño se vuelve la pesadilla. Se trata de un tragedia. Espero que en la realidad sea una comedia.

21.11.2014 23:17

Los hombres, como cualquier otras plantaciones, son los productos de la tierra. Sin embargo, en efecto, somos no las plantaciones: tenemos pies, queremos caminar, necesitamos trasladarnos nuestra casa para vivir mejor. Desde la Edad de Piedra, los seres humanos había aprendido cómo vivir mejor, precisamente, desde este momento, la civilización de la Humanidad se inició. Entre ellos, hay guerras para disputar las comidas, las tierras, las esclavos, etc. Pero el individuo pudo trasladarse sin escrúpulo, la civilización no se pegó su propia etiqueta para cada etnia. Todavía era un ambiente libre.

A medida que transcurre el tiempo, la civilización es cada vez más avanzada. Los países potentes se emprendieron a abrir su extensión universal. A pese que hubieramos estado en aquel entonces, no habríamos tenido tantos obstáculos para ganar una vida mejor por que hubieramos tenido los derechos de vivir en un sitio cualquiera, no como ahora el visado, el pasaporte...

Bueno, a ver, cuando España estalló una guerra civil, muchos españoles fueron exiliado a América Latina. Muchos años después, cuando ellos querían regresar a su patria, España les daba la bienvenida. Para los africanos, no.

 ¿Porqué? Porque la civilización, porque los españoles creen que los africanos, los moros, los morenos son bárbaros, que les llevan la catástrofe, la delincuencia, el paro, etc. Sí, a lo mejor, ellos ocupan algunos puestos de trabajo, pero siempre de menor rango, como el protagonista de Ahlán, Larbi, prostituto, que vive al margen de la sociedad.

¿ Acaso eso es la civilización occidental? Hemos de reconocer que cada etnia, cada país casi es racista. Pero la discriminación es para todos, no solo para las africanos. El salvaje de la África resuelta por muchas causas, el clima, la invasión, el transporte de los esclavos... No es la culpa de sí mismo. Demosles un mundo de utopía, sino un cementerio de distopía.

12.11.2014 23:15

Hoy mis compañeros y yo vamos a la puerta del sol para una exposición“Las lágrimas de África”. Es un proyecto plástico que pretende dar visibilidad a la situación de desamparo y sufrimiento que viven los inmigrantes subsaharianos en su intento por llegar al territorio español.

Al ver las palabras y las fotos de los africanos, me dan una gran impresión. Debido al cliché negro, las fotos se transmiten un sentimiento negativo. Cuando he leído sus palabras, no, su vida, me siento muy triste. ¿ Cómo se puede imaginar que todos los días ellos tienen miedos por agredir, perseguir, pegar, matar…? Madre mía, ¿ Que es eso? Es infierno.

Sólo quiero decir“Vaya Valla" que se da voces en el cuadro. Sólo quieren comer, quieren vivir una vida mejor, quieren conseguir más respeto, quieren trabajar para ayudar a sus padres y sus hermanos. Ayudémolos, vamos, por favor.

pic

07.11.2014 23:09

Kawtar, estaba en la orilla pobre con sus padres y sus hermanos. Aunque no le gustaba la vida así, no tenía otro remedio. Hasta un día, su madre se ponía el único zapato rojo que llegó desde otra orilla rica. Se le ocurría vivir en la orilla rica para encontrar el otro zapato, o sea otra nueva vida. Para ella, la otra orilla es“ las flores”. En esta, ganaría más dinero y todos la sonreían. Sería el ombligo del mundo. Sería muy feliz. Creía que una vez llegara a la tierra, desaparecerían las molestas. La vida ideal estaba esperándola. Pero todo fue su ilusión. La realidad era cruel.

Kawtar no les entendía sus palabras. A pesar de que todos sonreían, estos tampoco la miraban. No obstante, así era la realidad. Kawtar la aceptó. Quería quedarse en la orilla rica, pese a que aparecieron nuevos problemas. Al final, ni siguiera llegó a realizarse un deseo tan pequeño. Ella murió. ¿Porqué? ¡Sólo quería vivir, no, sobrevivir, como los delfines! Aunque consiguió llegar a la orilla rica que venía deseando, el final no le resultó tan bueno, como había esperado. Porque eso era la realidad.

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